La industria vitivinícola europea enfrenta un año complicado debido a condiciones climáticas adversas y a altas costumbres de producción, lo que podría traducirse en una significativa caída en la producción de vino.
De acuerdo con un informe del sindicato agrícola Copa-Cogeca, se estima que la producción de vino en Europa caerá cerca de un 3% en 2024, alcanzando aproximadamente 144 millones de hectolitros (Mhl), lo que representa una disminución de alrededor del 10% en comparación con el promedio de los últimos cinco años.
Este descenso se atribuye principalmente a las condiciones climáticas desfavorables y a los efectos persistentes de sequías recientes.
Proyecciones por país
Entre los principales productores de vino de la Unión Europea, Italia liderará la producción en 2024 con una estimación de 41 Mhl, seguida de cerca por España, que prevé un aumento del 18% en su producción, alcanzando 38.1 Mhl.
En contraste, Francia, que anteriormente ocupaba el primer lugar, enfrentará una caída del 22%, reduciendo su producción a 37.4 Mhl. Alemania y Portugal también reportaron descensos en sus producciones de vino, con caídas del 8.7% y 7.9%, respectivamente.
Luca Rigotti, presidente del grupo de trabajo de vino de Copa-Cogeca, afirmó que «las cifras de producción de este año solo confirman la tendencia del mercado».
Rigotti también destacó la dificultad que enfrenta el mercado vinícola europeo, caracterizado por altos costos de producción y dinámicas internacionales que afectan al sector, aunque se mostró optimista sobre la resiliencia y el espíritu emprendedor de los agricultores.
Retos del sector
El informe subraya diversos desafíos que marcarán la temporada 2024, como el clima impredecible y la escasez de agua, especialmente en las regiones del sur, lo que ha provocado cosechas inconsistentes y en algunos casos, cosechas anticipadas.
Las sequías pasadas han impactado duramente en los viñedos, lo que se refleja en la menor cosecha de Francia.
Además, el gobierno francés ha anunciado un nuevo esquema de retirada de viñedos por un total de 120 millones de euros, que busca eliminar 30.000 hectáreas de viñedo en las regiones vinícolas del país.
Los productores recibirán 4.000 euros por hectárea (aproximadamente 4.225 dólares por hectárea) para desplantar viñedos, con la prohibición de replantar hasta al menos 2030.
Ayudas y políticas futuras
En agosto, la Comisión Europea aprobó un paquete de ayudas para los vinicultores de la región de Rioja en España, mientras que el mes anterior la UE invitó a representantes de los estados miembros a unirse a un grupo de políticas vinícolas para discutir los desafíos y oportunidades del sector.
Este grupo se reunirá al menos en tres ocasiones y se espera que entregue conclusiones y recomendaciones para futuras políticas a principios de 2025.
La situación actual del mercado vinícola europeo resalta la necesidad urgente de adaptaciones y estrategias que permitan a los productores enfrentar los retos ambientales y económicos del futuro.