Después de 9 años Francia vuelve a ser el mayor productor de vino del mundo, no por mérito propio sino por el efecto del cambio climático en la cosecha italiana de 2023. Por efecto de un hongo y la sequía, fuerte caída de la producción por debajo de los 44 millones de hectolitros.
La producción de vino en Italia parece caer un 12% este año a menos de 44 millones de hectolitros después de que el clima extremo y las enfermedades fúngicas afectaran gravemente a los viñedos, dijeron la semana pasada las asociaciones vitivinícolas italianas UIV y Assoenologi.
La caída significa que Italia perderá su posición como mayor productor de vino del mundo, y Francia recuperará el puesto número uno por primera vez en nueve años.
Mientras tanto, Francia está siempre lista para recuperar su título como el mayor país productor de vino del mundo después de que el moho le pegara fuerte a las vides italianas. Claro, vale aclarar que los viñedos franceses también fueron alcanzados por el hongo, pero el buen clima en regiones vitivinícolas clave -por ejemplo Champagne- han ayudado a mantener estable la producción general.
Las noticias desde Italia no son del todo malas, según productores y especialistas los efectos podrían haber sido peores. En una declaración conjunta con el instituto de alimentación y agricultura ISMEA, los analistas dijeron que las regiones del norte de Italia registraron un pequeño crecimiento del 0,8% en la producción de 2023.
Sin embargo, las mismas fuentes confiaron que se esperaba que la producción cayera alrededor del 20% en las regiones centrales y alrededor del 30% en el sur, afectadas por una combinación de mal tiempo y el impacto de un hongo llamado plasmopara viticola, según mostraron los datos de pronósticos que venían recogiendo de la última cosecha.
Desde Francia, el Ministerio de Agricultura espera que la producción de Francia en 2023 totalice casi 45 millones de hectolitros. Apenas un 2 % menos que en 2022, pero ligeramente por encima del promedio de los últimos cinco años.
Será la primera vez en nueve años que Francia produzca más vino que Italia, que el año pasado produjo alrededor del 19 % del vino mundial. Francia, por el contrario, produjo poco menos del 18 por ciento, según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino.
«La cosecha a la que nos enfrentamos es muy compleja, caracterizada sobre todo por los efectos del cambio climático que, a finales de primavera y principios de verano, provocó enfermedades patógenas como el mildiú -provocada por el hongo-, inundaciones, granizadas y sequías», afirmó Riccardo Cotarella, director de una asociación de expertos en vino, Assoenologi.
Sin embargo, la calidad del vino no se verá comprometida, predijo Cotarella. “A partir de la cosecha 2023 seguramente obtendremos vinos de buena calidad, con picos de excelencia”, afirmó el productor y dirigente gremial
La disminución de la producción tampoco debería causar alarma, ya que las reservas existentes ascienden a más de 49 millones de hectolitros, el nivel más alto de los últimos seis años, afirmó Livio Proietti, comisario extraordinario de ISMEA.
«El problema no es tanto la pérdida del liderazgo italiano en términos de volúmenes producidos, sino más bien la desaceleración de la demanda interna y externa, que está haciendo bajar los precios», afirmó Proietti.
El hongo maldito que pasea por las viñas de Europa
Ambos países sufrieron el hongo Plasmopara viticola, el mismo que causa la enfermedad llamada mildiú de la vid que prospera en condiciones cálidas y húmedas, deja manchas amarillas en las hojas de la vid y hace que las uvas jóvenes se marchiten.
Las altas temperaturas combinadas con fuertes lluvias en mayo y junio crearon las condiciones ideales para el hongo, que se estima que ha acabado con hasta el 45 por ciento de la cosecha de uva en partes del centro-este de Italia.
En Francia, la principal región vitivinícola de Burdeos fue la más afectada. Según el Ministerio de Agricultura francés -France Agrimer-, la producción de la región caerá un 9 por ciento respecto al año pasado y un 17 por ciento por debajo del promedio de las últimas cinco cosechas.
El suroeste también se vio gravemente afectado, mientras que la región sur de Languedoc-Rosellón sufrió otro trastorno bien distinto, el de una intensa sequía.
Sin embargo, se prevé que 2023 será un año excelente para el champagne -hace poco las redes sociales mostraban imagenes de racimos de uvas más pesadas, de entre 220 y 240 gramos- después del mejor tiempo en la región nororiental donde se elabora el vino espumoso.
Según cifras del ministerio, la producción podría ser hasta un 24 por ciento superior a la media. en cambio en las regiones de Borgoña, el Valle del Loira y el Jura ya se sabe que la cosecha superior a la media.