Un grupo de activistas pro Ucrania presiona a la Familia Real Británica para que retire los sellos reales de empresas que siguen operando en Rusia como Unilever, Bacardi, Nestlé y Mondelez. El mes pasado, el Rey Carlos retiró el apoyo a Samsung y Kimberly-Clark.
Un grupo de activistas pro Ucrania ha solicitado al Rey Carlos que retire los sellos reales otorgados a varias empresas que continúan sus operaciones en Rusia, en medio del conflicto con Ucrania y sus aliados europeos.
La carta enviada al monarca antes de su cumpleaños, el 15 de junio, nombra a compañías multinacionales como Unilever, Bacardi, Nestlé y Mondelez como las compañías que deberían ser despojadas de este honor debido a sus vínculos comerciales con el régimen de Putin.
Los sellos reales son un reconocimiento otorgado a aquellas empresas que suministran bienes o servicios a la Casa Real. La campaña, liderada por B4Ukraine, argumenta que mantener operaciones en Rusia contribuye indirectamente al esfuerzo bélico del país. “Un paso tan decisivo demostraría la solidaridad de la Familia Real con Ucrania”, señala la carta.
Hasta ahora, la campaña no ha recibido respuesta de Buckingham Palace, aunque ha estado en contacto con ellos desde febrero. Esta es la primera vez que el grupo solicita de manera directa la revocación de los beneficios reputacionales que ofrecen los sellos reales de la Corona Británica.
El año pasado, más precisamente ell 22 de julio de 2023 la multinacional británica Unilever confirmó que permitiría que sus 3,000 empleados en Rusia fueran reclutados para la guerra en Ucrania, en cumplimiento de la legislación rusa.
En mayo, Bacardi redujo significativamente su presencia en Rusia, suspendiendo el suministro de sus principales marcas, como el ron Bacardi, el vodka Grey Goose y la ginebra Bombay Sapphire. Según fuentes de cadenas minoristas rusas, las existencias de estos productos están casi agotadas.
El mes pasado, el Rey Carlos retiró los sellos reales a Samsung y Kimberly-Clark debido a presiones similares. Actualmente, se está revisando el estatus de más de 800 empresas que poseen estos sellos, con decisiones esperadas a finales de año.
Este movimiento refleja la creciente presión sobre las empresas globales para que reconsideren sus operaciones en Rusia. Bacardi ha sido un proveedor habitual de la Casa Real, pero su continuo comercio con Rusia ha puesto en tela de juicio su posición como titular del sello real.