No se trata de beber o no sino de hacerlo con responsabilidad. A pesar de no beber alcohol hasta la adolescencia, un estudio realizado sobre 329 niños de Países Bajos, ha encontrado que los chicos pueden internalizar los comportamientos de consumo de alcohol de los adultos sean estos negativos y positivos.
Mientras algunos países discuten sobre el consumo de alcohol y el manejo responsable, en otros países realizan estudios sobre el consumo de bebidas y el comportamiento de las personas y las futuras generaciones. Si, un paso o varios adelante, en definitiva de consumo responsable se trata, sea lo que sea, bebidas, dispositivos electrónicos, información o simplemente el simple comportamiento frente a los menores de edad.
Ser padres y beber bebidas alcohólicas tiene consecuencias positivas -de las que menos referencias vamos a encontrar- y negativas. De acuerdo al estudio, el comportamiento de las madres deja más impresiones que el de los padres aunque beber o no frente a ellos no es tan importante como hacerlo de manera responsable.
La investigación, que tuvo lugar en los Países Bajos, fue dirigida por la Dra. Megan Cook y el profesor Emmanuel Kuntsche, del Centro de Investigación de Políticas sobre el Alcohol de la Facultad de Psicología y Salud Pública de La Trobe .
En el estudio se encuestó a 329 niños y se utilizó una técnica a través de imagenes en la que los niños atribuyeron bebidas alcohólicas a una variedad de personas representadas en un escenario ilustrado. Además de esto, los padres de los niños completaron una encuesta online que incluía información sobre el uso y la exposición al alcohol.
Los hallazgos revelaron un efecto específico de género de la exposición a los hábitos de consumo de alcohol de los padres (particularmente de las madres) sobre las percepciones de los niños pequeños sobre las normas de consumo de alcohol específicas de cada persona.
De acuerdo con los resultados, mientras que la mayoría de las personas comienzan a beber alcohol en la adolescencia, la mayoría ya internalizó la información normativa sobre las prácticas de consumo de alcohol de los adultos cuando eran niños pequeños menores de ocho años, a través del aprendizaje observacional.
El profesor Kuntsche dijo: «Para cuando se inicia el consumo, se basa en años de este aprendizaje observacional junto con los contextos físicos y sociales en los que viven los niños, la disponibilidad, el precio y la comercialización del alcohol».
El Dr. Cook destacó cómo «aunque hay una variedad de fuentes potenciales, cuando los niños son pequeños, los padres juegan un papel principal en el aprendizaje por observación y el modelado».
De manera importante, según Cook y Kuntsche, es crucial investigar no cuánto beben los padres en general, sino cuándo beben en presencia de los niños.
Kuntsche explicó sin tapujos que “algunos padres pueden consumir alcohol con frecuencia, pero solo cuando salen con amigos adultos o cuando los niños están en la cama, por lo que estos niños no tienen exposición a la bebida de los padres. En comparación, otros padres pueden consumir alcohol con menos frecuencia, pero cuando lo hacen, es en presencia de sus hijos. Es importante estudiar esta exposición temprana porque las normas juegan un papel en la regulación del consumo de alcohol de los jóvenes, prediciendo el consumo excesivo y problemático de alcohol en jóvenes de 17 a 19 años».
La investigación dejó bien claro que lo que los niños aprenden de sus padres, especialmente de las madres, es específico de género.
Cook agregó que los «los resultados brindan evidencia convincente de la transmisión intergeneracional de los comportamientos de consumo de alcohol a edades muy tempranas, y debido a que la exposición es específica de género, puede ser un primer paso importante hacia las identidades de consumo de alcohol por género que se encuentran en la población adulta».
Más allá que el estudio se realizó en Países Bajos, los datos obtenidos son interesantes para los departamentos de ventas y publicidad que a la hora de hacer auspicios o comunicación publicitaria no suelen tener este tipo de datos que, como lo demuestra este estudio, pueden ser muy importantes para la preservación de la industria de las bebidas.