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En un movimiento desconcertante, el Kremlin ha dictaminado que solo el vino espumoso producido en Rusia se puede vender como ‘Champagne’. La CIVC pide a la gente de Champagne que detenga las exportaciones a este país “hasta nuevo aviso”.

Los proveedores franceses quedaron desconcertados por una nueva ley, aprobada por el presidente Putin, que significa que el efervescente francés ahora tendrá que venderse como “vino espumoso” en Rusia.

Claro, el Comité Interprofessionnel du vin de Champagne (CIVC) no tardó en expresarse diciendo que “privar a los Champenois del derecho a utilizar el nombre champagne es escandaloso; es nuestro patrimonio común y es la niña de nuestros ojos” e inmediatamente los copresidentes Jean-Marie Barillère y Maxime Toubard pidieron al unísono a las empresas de la región de Champagne que “cesen todos los envíos a Rusia, hasta nuevo aviso”.

A su vez, como para comprender la trascendencia del caso, el ministro de Comercio francés, Franck Riester, dijo que estaba siguiendo de cerca la nueva ley rusa, en contacto con la industria del vino y los socios europeos de Francia.

La oficina de Moët Hennessy en Moscú afirmó que los productores franceses no estaban preparados para cambiar el nombre de su producto para el mercado ruso, y agregó que la entrega estaría prohibida hasta que se pudiera encontrar una solución, suspendiendo efectivamente las importaciones mientras la compañía busca cambiar el nombre de sus botellas.

Rusia importa actualmente alrededor de 50 millones de litros de vino espumoso cada año, de los cuales el 13% es champagne francés. Ya hay varias marcas de “champán” ruso a la venta en el país, producido en regiones del sur como Krasnodar y Rostov (al noreste del Mar Negro), a menudo por tan solo 270 rublos (poco menos de 4 dólares) la botella.

“Esta copa de champagne es mía” parece decir Vladimir Putin, y podría agregar “¿Algún problema?”

Este capricho político comercial ruso no solo afecta las relaciones con Francia sino también a los consumidores, “no es ningún secreto que Rusia no podrá satisfacer sus necesidades sin las importaciones”, dijo Maxim Kashirin, director de la empresa de vinos Simple, al sitio web del grupo de medios RBC. “Si no podemos importar productos, el Estado simplemente se está pegando un tiro en el pie”.

Una reconocida consultora de vinos rusa, Anna Chernyshova, dijo que el fallo había provocado confusión entre los coleccionistas de vino. “Mi teléfono ha estado sonando sin parar”, le dijo a la agencia AFP y agregó que “mis clientes y yo estamos pensando qué hacer ante esta situación”.

Como la situación planteada por la política rusa casi roza la comedia, el político opositor Gennady Gudkov sugirió ante los medios locales que luego de este escándalo con tintes de papelón internacional, las autoridades rusas ahora está en posición de prohibir que las empresas escocesas vendan “whisky” en Rusia.

Más allá de la poca gracias que causó el asunto en Francia, es importante recordar que los franceses son una nación que desde hace décadas pelea ferozmente por el término “Champagne” y otros como los de Cognac y Rochefort. Este ejemplo de cuidado de las denominaciones de orígen de los productos es compartido en la Unión Europea por muchos otros países que también reservan estrictamente el nombre para el vino elaborado en la región del mismo nombre en el noreste de Francia.

Los guardianes del Champagne

Le Comité Interprofessionnel du vin de Champagne (CIVC) es una organización que agrupa a los actores de la producción y el comercio de Champagne – productores, cooperativas y comerciantes – bajo la dirección del gobierno. [1]

¿Habrá que hacerse a la idea? Negocios Líquidos les presenta la nueva imagen del “Champagne”.

Se encarga de organizar y controlar la producción, distribución y promoción de los vinos de Champagne , así como de realizar investigaciones. Hasta 1990 fijaba el precio de la uva y todavía interviene para regular el tamaño de la vendimia y limitar la producción de vino con el fin de mantener los precios de mercado.

Una de las actividades destacadas de CIVC es salvaguardar el nombre Champagne, que es una denominación de origen protegida y una marca muy valiosa. CIVC se apresura a recurrir a litigios ante cualquier uso no autorizado del nombre Champagne.

CIVC también opera actividades en otros países para educar a los consumidores y tener representación nacional para la protección del nombre de Champagne. Un ejemplo es el Champagne Bureau (anteriormente Office of Champagne) en los Estados Unidos .


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