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La más grande y tradicional de las compañías lácteas argentinas anunció un nuevo período de pérdidas. Ya en el mes de agosto, en un informe a la Comisión Nacional de Valores anunciaron pérdidas por U$D 14 millones y ahora anunciaron U$D 21 millones en el tercer trimestre del 2020. Analistas y responsables de la compañía aseguran que la mala performance financiera se debe a la devaluación, el aumento de los costos de producción y las paritarias.

Mastellone, dueña de la marca La Serenísima -la más popular de la Argentina- y socia desde 2010 del grupo francés Danone, anunció pérdidas en el tercer trimestre por 1.785 millones de pesos, según el balance que presentó a la Comisión Nacional de Valores argentina. La empresa fundada el 29 de octubre de 1929 por Antonino Mastellone, hoy cuenta con el 12% de participación en la compra de leche en la Argentina y apuesta a la producción nacional, destinando más del 90% de su producción al desarrollo del mercado interno.

Voceros de la compañía y analistas del sector coincidieron en señalar que esa pérdida se debe “fundamentalmente al incremento en los costos”, que estimó superior al 40% solo en el último año y además a “la imposibilidad de compensar esa pérdida actualizando los precios de venta de sus productos, que en promedio autorizaron aumentar apenas un 5% en lo que va del año, a través del régimen de Precios Máximos” dijeron desde la empresa.

Aumentó su oferta de productos y mejoraron las ventas.
Contrató personal, aumentó medidas sanitarias. Pero no alcanza.

Más allá de considerar que la política de control de precios adoptada por el Gobierno del Presidente Fernández no hacen más que comprometer las finanzas de la compañía y del sector lácteo en general, desde la empresa dejaron entrever que la crisis provocada por el COVID-19 y el extenso estado de confinamiento provocaron que la industria aumentara “costos por las diferentes medidas sanitarias que se implementaron” para proteger al personal de la empresa, distribuidores y a los mismos consumidores de sus productos.

En este sentido, la compañía incorporó más de 100 personas para reemplazar a quienes gozan de una licencia médica por ser personal de riesgo, a la vez que implementó estrictos protocolos sanitarios en todas sus plantas, con el consecuente impacto en los costos. Asimismo, cumpliendo con lo indicado por el Gobierno nacional, también incrementó al máximo de su capacidad la producción de los productos más esenciales como leche fluida, que son los menos rentables.

Este es el tercer balance negativo consecutivo de la empresa láctea: en el primer trimestre perdió $1.470 millones (cerca de 17 millones de dólares), y en el segundo trimestre otros $1.198 millones (más de 14 millones de dólares).

En medio de la crisis económica y sanitaria, Mastellone aumentó al máximo de su capacidad la producción de productos esenciales como leche fluida.
Son los menos rentables.

El comunicado de la compañía destacó que “entre junio y septiembre la compañía logró aumentar los volúmenes de venta. Sin embargo el atraso en los precios es tal que a mayores ventas, más pérdida; un esquema que hace insostenible el negocio en el mediano plazo”.

Desde la empresa dejaron claro también que a diferencia de entes estatales y otras empresas privadas, Mastellone no recibió durante este año “ningún tipo de asistencia económica, ni impositiva, por parte del Estado, ya sea ATP -un subsidio estatal para pagara el 50% de los salarios-, Repro -Programa de Recuperación Productiva para empresas en crisis- u otro de los planes oficiales de asistencia durante la pandemia”.


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