Era cuestión de tiempo, AB InBev tiene tanta cerveza como Brasil en su ADN. Solo en el primer trimestre de este año, hubo un aumento del 5% en la suma entre las importaciones y las ventas de vino. Por ahora solo por delivery. La bodega Dante Robino de fiesta. ¿Sumará a otras bodegas en su oferta?
Después de anunciar una fuerte apuesta de inversiones en el negocio del vino -unos 1.700 millones de dólares en cinco años-, el gigante de bebidas AB InBev anunció que ingresará al mercado del vino brasileño. A partir de julio se entregará el primer lote de vino Dante Robino -elaborado en la bodega argentina que pertenece a la cervecera-, unas 311.000 botellas estarán disponibles a través de la aplicación de entrega brasileña Zé Delivery que ya ofrece online vinos de Argentina, Chile y Uruguay.
Habrá tres tipos de vino: uno blanco, elaborado con uvas chardonnay, y dos tintos, elaborado con malbec y cabernet sauvignon. Además, contarán con dos espumantes, uno brut y demi-sec de su reciente compra Bodegas Cuvillier más conocida por sus sidras.
Según el diario O Estado de S.Paulo, AB InBev -el 1º de julio el brasileño Michel Doukeris sucederá al también brasileño, la leyenda Carlos Brito- informó que la distribución está restringida a la aplicación de entrega, pero todo puede cambiar si hay una gran demanda de los productos.
El escenario es favorable. Según una investigación de Ideal Consulting, el consumo de vino en Brasil creció considerablemente durante la pandemia de Covid-19. Solo en los primeros cuatro meses de este año, hubo un aumento del 5% en la suma entre las importaciones de vino y lo vendido por las bodegas brasileñas.
En estos cuatro meses se consumieron 105,3 millones de litros de la bebida, frente a 100,2 millones en comparación con el mismo período del año pasado.