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Un año surrealista para el mundo terminó siendo el mejor año para el vino argentino en mucho tiempo. A pesar que los números y la ecuación económica no es la ideal, la industria del vino argentino parece haber llegado a la edad madura. Es la única en el mundo que en 2020 mostró números positivos. Con escaso apoyo gubernamental, sus productos cosechan premios en todos los continentes y sus bodegas se destacan por trayectoria y visión. ¿Se podrán sostener?

La pandemia, el clima y la política tuvieron un efecto dispar en la cosecha y en la comercialización del vino en todo el mundo. Mientras que en el hemisferio norte el clima, los incendios y las batallas arancelarias le jugaron una mala pasada a los grandes países vitivinícolas, aquí se pudo llevar adelante la vendimia, creció el consumo interno considerablemente y Argentina fue el país que más pudo hacer crecer sus exportaciones en volumen en lo que va del año.

De los primeros vinos argentinos en ser reconocidos, no es Malbec.

Por si fuera poco, la cosecha de premios y reconocimientos se multiplicaron en todos los continentes. Y hay que reconocerlo, aunque suene poco humilde, nada de lo que pasó ni de lo que está sucediendo es una sorpresa.

¿Lo más curioso? El Malbec, la cepa insignia por la que se reconoce a los vinos argentinos en el mundo, no fue el único protagonista de la historia. La calidad de nuestros vinos también fue reconocida por el tannat, el pinot noir y las cepas blancas.

El cuento que parece un sueño no termina ahí. El trabajo que se viene realizando desde hace varios años en la industria ya no solo depende de la experiencia y el gran empuje de la zona de Cuyo. Desde hace un tiempo atrás se pueden degustar grandes vinos de regiones recónditas y variopintas, así como visitar y disfrutar una gran experiencia en bodegas en las provincias vitivinícolas de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy, Río Negro, Córdoba, Tucumán, Neuquén, Buenos Aires y Chubut.

Por esta sumatoria de razones, este,. 24 de noviembre, la Argentina celebra el Día del Vino Bebida Nacional. Nuestro país es el quinto productor de vino del mundo y uno de los principales exportadores de vino del Nuevo Mundo.

Estadísticas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) muestran que el país de origen de las grandes estrellas del fútbol, ​​la carne y el tango, aumentó un 7,3% el volumen de vino exportado en 2019, hasta rozar los 272 millones de litros, la mayor cantidad de los últimos 6 años.

En Corea el Mejor del Mundo. No es de Mendoza, es de San Juan.

Sin embargo, sigue lejos de la cifra de 2008, máximo hasta la fecha con 427 millones de litros. Pese a crecer en 2019 en volumen por segundo año consecutivo, Argentina redujo el valor de sus exportaciones de vino por tercer año consecutivo, hasta bajar ligeramente de los 763 millones de dólares (-3,9%), lejos del récord de 2012 (913 millones). El precio medio bajó un 10,5% hasta los 2,81 USD/litro, el menor desde 2013, tras 5 años seguidos por encima de la barrera de los 3 dólares.

A pesar de que la historia de Argentina con el vino se remonta cinco siglos atrás, cuando los españoles llegaron a América, y que ya desde los años 70 comenzaron las primeras exportaciones, su irrupción en las grandes ligas del comercio mundial del vino es sin duda uno de los hitos más relevantes de la industria de los últimos veinte años.

En lo que va del 2020, las exportaciones de vino acumulan un crecimiento de 35,7%. Sólo entre enero y octubre, se exportaron 337,5 millones de litros de vino, es decir, 88,8 millones de más con respecto al mismo período de 2019. El principal impulsor de esta suba fue la venta de vino a granel, que muestra un crecimiento de 90,5%, aunque la venta de vino fraccionado también ha tenido una variación positiva de 6,1%.

La industria vitivinícola argentina, casi un milagro, a pesar de todo y todos, crece.

Han pasado años desde la última vez que Argentina experimentó un ritmo de crecimiento tan marcado en la exportación. Sin embargo, la industria vitivinícola local tiene mucho que hacer para transformar esta recuperación en una senda de crecimiento sostenible.

Los altos aranceles para el vino argentino impiden el crecimiento de las exportaciones en mercados clave como la UE, China, Corea, Japón y México. Además, según estadísticas de Wines of Argentina (WOFA), entre los principales productores de vino a nivel mundial, nuestro país es el que menos recursos invierte en promoción de sus vinos en el exterior. También es evidente que la recesión económica del país es una pesada carga para las 400 bodegas que exportan sus productos a más de 130 países.

Ghiorzi, desde hace 9 años en Bodega Trapiche,
hoy al mando de las operaciones internacionales.

Con estos números en la mano, los analistas coinciden en afirmar que la Argentina todavía tiene un enorme potencial en cuanto a sus exportaciones de vino, siendo el país productor menos internacionalizado del hemisferio sur. Será por ello que recientemente el gobierno Argentino incrementó los reintegros a las exportaciones y anunció un plan para alcanzar los mil millones de dólares de exportaciones de vino embotellado en los próximos años. La cuna del Malbec solo exporta en promedio el 20% de su producción de vino. Lejos de Australia, Nueva Zelanda y Chile que exportan el 60%, 70% y 90% de su producción respectivamente.

Más allá de los reconocimientos internacionales, la Argentina se ha vuelto cada vez más dependiente del Malbec, que supera el 60% de las exportaciones de vino del país. Según Pablo Ghiorzi, Director de Exportaciones de Bodega Trapiche, principal exportador de vinos de Argentina, “la malbecquización es un concepto que escuchamos con más frecuencia dentro de nuestra industria. Aunque el Malbec todavía tiene mucho potencial en diferentes terruños y estilos dentro de nuestro propio país, tenemos que conquistar los mercados mundiales con otras variedades de vino más cercanas para los consumidores de vino. Hoy la Argentina está produciendo los mejores cabernets, pinots y chardonnays de todos los tiempos.”

Un ejemplo del éxito potencial de Argentina es la historia de Mascota Vineyards. Una bodega boutique dirigida por el enólogo “Opi” Sadler. Los cabernets de La Mascota han sido un gran éxito en los Estados Unidos en los últimos años.“ La Mascota ha demostrado que los vinos argentinos pueden sobresalir también en variedades distintas al Malbec. Hace dos años, La Mascota Cabernet Sauvignon 2016 ganó el premio al mejor vino tinto del mundo en Vinalies Internationales, uno de los concursos de vinos más reconocidos del planeta. Para nuestra bodega, pero también para nuestra industria, ganar con un Cabernet Sauvignon fue todo un hito” explica Opi Sadler.

El Mejor del Mundo según Decanter. Es de Salta, es un Tannat.

Argentina también está consolidando su frontera vitivinícola más allá de Mendoza (la provincia concentra más del 70% de la producción de vino) y el Malbec,con el pinot noir de la Patagonia, el chardonnay y otras cepas blancas de la costa del Atlántico Sur.

En el Norte de la Argentina el fenómeno de producción de calidad se repite en las provincias de Salta y Catamarca donde el torrontés y otros grandes tintos como el tannat y cabernet franc ofrecen lo mejor de los Valles Calchaquíes. Cabe destacar que los Valles son la zona vitivinícola que mayor ratio de exportación sobre producción presenta en la Argentina.

Alejandro Pepa, Enólogo de Bodega El Esteco es muy claro en sus conceptos, “el año pasado los principales destinos para la exportación de vino Torrontés fueron Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Canadá, Rusia, Suecia, Dinamarca y Japón. Al igual que en las viñas cuyanas, el Torrontés también se va haciendo lugar en la preferencia de los consumidores: durante el período 2010-2019 creció 15 % en sus despachos”.

Por su lado, Marcelo Belmonte, Director de Viticultura de Trapiche, afirma que los análisis climáticos empatan la zona de Chapadmalal, en la provincia de Buenos Aires, donde se ubica la Bodega Costa & Pampa, con Burdeos en Francia. El estrés ambiental que generan las condiciones climáticas de la costa bonaerense hacen que variedades como el Albariño, Sauvignon Blanc y, por supuesto el Pinot Noir se den de manera excepcional.”

Bodega Superuco, está en Mendoza, el premio de oro en Prácticas Sustentables.

Más allá de este 2020 de locos, así lo describen críticos y consumidores de todo el mundo, en la Argentina hay muchas razones para brindar en el Día del Vino Argentino, sin duda, el vino argentino, tiene un presente y gran futuro por compartir.


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