El vino espumoso italiano vendió 936 millones de botellas en 2023, más del triple de los 300 millones de botellas de champagne abiertas en todo el mundo el año pasado, revela la principal asociación de agricultores y ganaderos de Italia, Coldiretti.
El valor de las exportaciones del espumoso italiano superó por primera vez los 2.200 millones de euros, lo que supone un incremento del 3%, según el análisis de la organización con motivo de Año Nuevo, basado en una proyección de datos del Instituto Italiano de Estadística (ISTAT).
Más de dos tercios de las botellas, 650 millones, se vendieron fuera del país, con EE UU como principal interesado, aunque las ventas en ese país descendieron un 11%, por delante del Reino Unido (+2%) y Rusia, donde las ventas aumentaron un 18%, a pesar de las dificultades y tensiones causadas por la guerra en Ucrania.
Incluso en el país de origen del champán, las ventas de espumoso italiano se dispararon un 26%, un crecimiento récord que coloca a Francia como el cuarto mejor cliente de Italia.
El espumoso que encabeza las ventas es el Prosecco, con una incidencia del 70% de las botellas vendidas, lo que lo ha convertido en uno de los símbolos del Made in Italy en el extranjero, según Coldiretti.
Stefano Zanette, presidente del Consorcio para la Protección del Prosecco Doc, explica: “La cifra coincide sustancialmente con las previsiones realizadas por el Consorcio de cara a la Junta Ordinaria de Accionistas que, antes del verano, aprobó la gobernanza de la denominación propuesta por el consejo de administración.”
Y agrega que “en el análisis de los datos, no podemos dejar de tener en cuenta un contexto internacional bastante complicado y una situación económica muy condicionada por una inflación que, aunque a la baja, pesa mucho en los presupuestos familiares, tanto en Italia como en muchos de nuestros mercados más importantes”.
