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Leve baja en el volumen comerciado y continua el sostenido aumento por litro. Se desacelera la premiumización característica de los dos últimos años. En América Latina, Chile, Uruguay y Bolivia superan los desafíos globales mientras que Argentina lucha por sostenerse con productos premium.

En el siempre cambiante mundo del vino, las tendencias comerciales son un barómetro esencial para comprender el estado de la industria vitivinícola a nivel global.

Según los últimos datos proporcionados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), el comercio mundial de vino ha experimentado una evolución marcada por un crecimiento en valor pero acompañado de una ligera caída en volumen, todo un nuevo hito histórico alcanzado en marzo de 2023.

El informe dice que “a pesar de los desafíos y fluctuaciones que ha enfrentado la industria vitivinícola en los últimos años, el comercio de vino ha logrado mantener un curso firme y alcanzar cifras récord en términos de valor. De acuerdo con el análisis de OeMv, el comercio mundial de vino experimentó un aumento del 7,1% en valor durante el periodo interanual que culminó en marzo de 2023, llegando a la asombrosa cifra de 37.994 millones de euros. Este logro se traduce en un crecimiento de 2.513 millones de euros con respecto al mismo periodo del año anterior”.

Las aperturas de vinotecas en Brasil son un boom, algunas cadenas no paran de crecer. Un importante sostén para el vino argentino y chileno.

Sobre desafíos y fluctuaciones, el informe hace mención sin nombrar al cambio climático, la inflación provocada por el aumento del costo del transporte y la logística, la escasez de la mano de obra en la producción y en la venta, los cambios del consumo que trajo la pandemia y el cierre de los diferentes locales de expendio de bebidas en general.

Sin embargo, esta racha de éxito no estuvo exenta de desafíos, ya que el volumen exportado experimentó una disminución del 4,3%, alcanzando los 10.425 millones de litros.

Este fenómeno contrasta con el aumento del precio medio del vino en un 11,9%, llevando el precio por litro a los 3,64 euros, una marca históricamente alta. A pesar de esta caída en volumen, el crecimiento en valor se ha mantenido constante, lo que sugiere una tendencia hacia una mayor estabilidad.

En este contexto, resulta relevante mencionar que todos los tipos de vino han experimentado un aumento en valor y precio, aunque con diferentes matices.

El espumoso y los formatos Bag-in-Box (BiB) experimentaron un ligero incremento en volumen -lejos del esperado por algunos analistas de tendencias-, mientras que los envasados y a granel sufrieron una disminución.

No obstante, durante el primer trimestre de 2023, los espumosos y envasados presentaron una tendencia negativa, mientras que los graneles y BiB mostraron mejoras significativas.

En lo que respecta a la distribución geográfica de las exportaciones de vino, Italia y Francia lideran el camino en términos de valor, con España siguiendo de cerca en crecimiento. 

Tal como se reseñó a lo largo del año en Negocios Líquidos, no sorprende que Italia superó a España en volumen de exportaciones durante el periodo interanual, pero España logró recuperar su posición de liderazgo en el primer trimestre de 2023.

Los proveedores de Oceanía, como Nueva Zelanda y Australia, fueron los únicos que lograron incrementar su volumen de exportación, aunque Sudáfrica y Australia perdieron valor en el proceso.

La tendencia de crecimiento sostenido en valor, junto con una desaceleración en el aumento de precios y una disminución de la inflación, apunta a un mercado de vino que busca estabilidad y equilibrio. A pesar de las incertidumbres comerciales globales, el sector vitivinícola sigue navegando con cautela y respondiendo de manera adaptativa a las circunstancias cambiantes.

En conclusión, el comercio mundial de vino ha logrado un crecimiento significativo en valor -el champagne es la estrella-, marcando un hito histórico en marzo de 2023.

A pesar de una ligera caída en volumen, el sector se ha mantenido resiliente y ha demostrado su capacidad de adaptación en un entorno en constante evolución que vuelve a tener como principal amenaza para el futuro la competencia de las cervezas y algunas espirituosas que siguen creciendo en algunos casos a tasas de dos dígitos anuales.

Con precios en alza y una tendencia a la estabilización, el comercio global de vino continúa desafiando las adversidades y brindando un motivo de optimismo para la industria vitivinícola a nivel mundial.

Fuente: Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv)


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