El caso, que acusa a la empresa de violaciones a la Ley de Bolsa de Valores de 1934, busca recuperar las pérdidas de los accionistas afectados por presunto fraude de valores entre abril de 2024 y enero de 2025.
Una demanda colectiva presentada en Nueva York sacude a Constellation Brands, uno de los mayores actores globales del sector de vinos, licores y cervezas premium. El reclamo, liderado por el accionista Jeff Mason, acusa a la compañía de “declaraciones falsas y engañosas que no revelaron hechos adversos materiales” sobre el desempeño real de su división de vinos y licores entre abril de 2024 y enero de 2025.
Accionistas en pie de guerra
La demanda sostiene que Constellation Brands infló sus perspectivas financieras antes de desprenderse de marcas clave, lo que habría provocado pérdidas significativas a los inversores.
“La empresa engañó a los inversores con declaraciones de resultados que sugerían que las acciones de vino de la compañía estaban destinadas a crecer”, se lee en la presentación judicial.
El CEO Bill Newlands, en una conferencia telefónica de abril de 2024, afirmó que la compañía estaba “trabajando para aumentar la combinación de precios y la inversión en medios de comunicación en sus marcas de vino”, una declaración que ahora los demandantes califican como “materialmente falsa y engañosa”.
Números en rojo y ventas en caída
La presión sobre la empresa no es menor: en los últimos 12 meses, las acciones de Constellation Brands cayeron casi un 30%, ubicándose en torno a los U$S 185. En el mismo período, las ventas netas descendieron un 7%. Además, la propia compañía admitió que su segmento de vinos y licores podría experimentar una caída de ventas de entre el 17% y el 20% en el actual año fiscal.
En paralelo, la empresa anunció en abril un recorte de sus perspectivas de ventas para los próximos tres años y la venta de marcas de bajo rendimiento como Cook’s, J. Rogét, Meiomi, Robert Mondavi Private Selection, SIMI y Woodbridge al Wine Group por una suma no revelada. Sin embargo, Constellation mantiene en su portafolio etiquetas premium, “con precios predominantemente de 15 dólares o más”, como Robert Mondavi Winery y Kim Crawford.
Recompras bajo sospecha y ejecutivos en la mira
Otro punto clave de la demanda es la acusación de que Constellation Brands gastó más de U$S 668 millones en recompras de acciones a precios supuestamente inflados, beneficiando a cinco ejecutivos mediante “bonificaciones, opciones sobre acciones o compensaciones similares”. Los accionistas buscan no solo una compensación económica, sino también una reforma en la estructura de gobierno corporativo que otorgue mayor influencia a los inversores sobre las políticas de la empresa.
Desafíos estructurales y contexto de mercado
La crisis legal se suma a otros desafíos para la junta directiva, que ya había recortado sus proyecciones de ganancias a futuro. El verdadero motor de crecimiento de Constellation en la última década han sido los derechos en Estados Unidos de las cervezas mexicanas Modelo y Corona. Sin embargo, la compañía enfrenta incertidumbre por posibles aranceles del 25% a productos importados de México, aunque la cerveza podría quedar exenta debido a acuerdos comerciales vigentes.
El CEO Newlands advirtió recientemente sobre el impacto de las tensiones migratorias y laborales en su principal base de consumidores: “Las amenazas de deportación y despidos entre los consumidores hispanos, que representan aproximadamente la mitad de nuestra base de consumidores, ya están afectando las ventas”.
Panorama incierto
Mientras la industria global de bebidas alcohólicas muestra signos de crecimiento moderado, el caso de Constellation Brands expone los riesgos de la sobreexposición a segmentos específicos y la importancia de la transparencia financiera en un mercado cada vez más exigente. La resolución de esta demanda podría sentar un precedente relevante para la gobernanza y la comunicación corporativa en el sector.
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