Contacto

Florida 1065 C1005
C.A.B.A. Argentina

Disponibles
Lunes a Viernes. 9/18 hs
Compartir

La gigante australiana del vino anticipa una pérdida de valor de U$S 449,5 millones en su negocio estadounidense en medio de un mercado en caída, una transición comercial costosa y la presión de los inversores.

La situación de Treasury Wine Estates (TWE) vuelve a encender las alarmas en la industria global del vino. La compañía australiana, una de las cinco mayores productoras del mundo por volumen, anunció que espera registrar una desvalorización de A$ 687,4 millones, equivalentes a U$S 449,56 millones, sobre sus activos en Estados Unidos. El motivo: un mercado norteamericano que sigue perdiendo dinamismo y que obliga a la empresa a ajustar sus proyecciones de crecimiento a largo plazo.

La noticia impactó de inmediato en la bolsa australiana. Las acciones de TWE llegaron a caer 6,4% hasta A$ 5,45, su punto más bajo desde agosto de 2015, en contraste con un índice S&P/ASX 200 prácticamente estable. Desde enero, los papeles de la compañía acumulan un derrumbe superior al 50%, un nivel que acentúa la inquietud de los inversores y coloca al nuevo CEO, Sam Fischer, bajo una presión creciente. Fischer, que asumió en octubre, brindará una actualización para analistas e inversores a mediados de diciembre.

Sam Fischer, el flamante CEO bajo presión del mercado.

Un mercado complejo y un ajuste inevitable

TWE explicó que la caída de las ventas de vino en Estados Unidos, un fenómeno que golpea especialmente a las marcas de precio medio, la llevó a utilizar supuestos más conservadores sobre el crecimiento del mercado, lo que redujo también sus expectativas de ganancias futuras. Con este ajuste, la compañía eliminará todo el “goodwill” asociado a su negocio en América y advirtió que el impacto podría extenderse a otros activos.

Los analistas coincidieron en que la noticia, si bien esperada, profundiza el panorama negativo. Michael Toner, analista de RBC Capital Markets, sostuvo que el anuncio es coherente con la decisión de TWE de retirar en octubre su guía de ganancias para 2026 debido a las dificultades en Estados Unidos y China. “El anuncio es negativo en tanto refleja un mayor pesimismo por parte de TWE sobre los fundamentos de largo plazo del mercado, y refuerza la visión de que la compañía pagó de más por las marcas americanas que adquirió en el pasado”, afirmó.

Por su parte, Hebe Chen, analista de Vantage Markets, consideró que el tamaño de la desvalorización podría influir en las decisiones financieras de la empresa: “La magnitud del ajuste aumenta la posibilidad de que la dirección adopte un enfoque más cauteloso respecto del dividendo de febrero, a medida que busca estabilizar la división de Américas”.

Marcas que crecen y una transición costosa

Aunque el panorama general es desafiante, TWE destacó que algunas de sus marcas premium continúan creciendo por encima del mercado estadounidense. Entre ellas mencionó Daou, Frank Family Vineyards y Matua, etiquetas que han logrado sostener demanda pese al contexto adverso. Sin embargo, la evolución negativa del resto de la categoría en Estados Unidos afectó a sus unidades Treasury Americas y Treasury Collective.

A este escenario se suma otro golpe operativo: la salida del distribuidor que la empresa tenía en California, un movimiento que derivó en una transición hacia un nuevo socio comercial. El cambio no fue gratuito; la compañía estimó un impacto cercano a A$ 50 millones en ventas.

Previamente, TWE había advertido una reducción del 11% en los flujos de caja futuros esperados para su negocio en América, lo que llevó a que la capacidad de evitar deterioros de valor (“impairment headroom”) se redujera a cero.

Un gigante en replanteo

La combinación de un mercado estadounidense desacelerado, una transición comercial costosa y el impacto acumulado de inversiones pasadas cuestionadas obligan a TWE a replantear su estrategia global. El informe previsto para mediados de diciembre marcará un punto clave para conocer la hoja de ruta del nuevo liderazgo.

Por ahora, la foto es clara: un gigante de la industria mundial del vino que enfrenta uno de sus momentos más tensos en la última década, con una desvalorización histórica, un mercado desafiante y una presión de los inversores que no deja margen para errores.


Compartir

editor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *