La compañía anuncia el lanzamiento en otoño de Coca-Cola de caña en Estados Unidos, un movimiento que reaviva el debate sobre ingredientes naturales y el papel de la política en la industria alimentaria.
En un hecho que sorprendió no solo a la industria de las bebidas -una pesadilla para cualquier empresa- y desató un intenso debate, Coca-Cola confirmó que lanzará próximamente en Estados Unidos una nueva versión de su refresco emblemático pero ahora endulzada con azúcar de caña y no con jarabe de maíz, todo tras la publicación de una declaración pública en redes sociales del presidente Donald Trump.
Fue un momento inesperado. El pasado miércoles, Trump publicó en su red social Truth Social que Coca-Cola “había aceptado cambiar su fórmula tradicional”, utilizando “azúcar de caña real” en lugar del jarabe de maíz de alta fructosa (HFCS).
Como era lógico, la empresa no estaba preparada para ese anuncio y, si bien “agradeció” el entusiasmo del mandatario, defendió el uso del jarabe de maíz en sus productos como “solo un endulzante derivado del maíz”. Seis días después, la compañía confirmó que, efectivamente, lanzará la versión con caña de azúcar, que convivirá con la receta con jarabe de maíz con alta fructosa.
Una estrategia de diversificación
James Quincey, CEO mundial de Coca-Cola, calificó esta decisión como una “estrategia de ‘y’ y no de ‘o’”, aclarando que “Vamos a continuar usando mucho del jarabe de maíz que ya empleamos”.
Muy diplomáticamente Quincey explicó también que la empresa ha incorporado caña de azúcar en otras bebidas como limonadas y tés, y que la demanda creciente podría estimular una mayor producción local: “Si hay más demanda, se plantarán más hectáreas. Estamos confiados en que el suministro no será un problema”.
El contexto político y social detrás del movimiento
Este cambio es parte de una agenda más amplia impulsada por Trump y Robert F. Kennedy Jr., Secretario de Salud y Servicios Humanos bajo su administración, que buscan promover una alimentación más saludable en Estados Unidos. Sin embargo, no se trata de regulaciones formales, sino de acuerdos voluntarios que han presionado a grandes empresas como Kellogg, PepsiCo y Kraft Heinz a eliminar colorantes y aditivos artificiales de sus productos.
Este enfoque, popular entre seis de cada diez estadounidenses, plantea un desafío para la predictibilidad y estabilidad que las empresas necesitan para planificar inversiones: “Las reglas que cambian de un día para otro dificultan la innovación y la capacidad de las compañías para invertir en investigación y manufactura”, advierten analistas del sector que expresan lo que sus clientes no pueden decir públicamente.
Impacto en el mercado y resultados de Coca-Cola
El efecto del anuncio fue inmediato. Antes de la aclaración oficial, las acciones de grandes procesadoras de maíz como ADM e Ingredion sufrieron caídas debido a la incertidumbre sobre sus contratos con Coca-Cola. Sin embargo, la fortaleza financiera de la compañía preservó su valor y confianza.
En su reporte financiero del segundo trimestre de 2025, Coca-Cola informó:
- Beneficio neto: U$S 3.81 mil millones, un aumento del 58% respecto a los U$S 2.41 mil millones del mismo trimestre en 2024.
- Ganancias por acción (EPS): 88 centavos, superando la expectativa de 83 centavos prevista por analistas.
- Ingresos: U$S 12.5 mil millones, con un incremento del 1%, aunque levemente por debajo de las proyecciones de U$S 12.57 mil millones.
- La empresa ajustó al alza su pronóstico anual, esperando un crecimiento del 3% en sus ganancias por acción, frente al rango previo de 2% a 3%, pese a enfrentar un impacto negativo del 5% por la fluctuación cambiaria.
El futuro de la fórmula en EE.UU.
Quincey remarcó que la apuesta por la fórmula de caña de azúcar responde no solo a la demanda del público y la presión política, sino también a un movimiento estratégico de diversificación frente a una base de consumidores cada vez más preocupada por la composición saludable de los productos que consumen.
“El presidente ha sido un entusiasta y dedicado admirador de la marca. Creo que cuando se enteró, se emocionó y eso nos encanta”, destacó el CEO, reafirmando el vínculo simbólico de Coca-Cola con Estados Unidos y con la compleja administración Trump.
Mientras tanto, las preguntas sobre si este cambio mejorará realmente la salud pública o si es un movimiento más bien de marketing y relaciones públicas persisten. Lo cierto es que Coca-Cola apuesta a ampliar las opciones de sus consumidores tradicionalistas -lo hace desde hace tiempo en México- y aquellos que prefieren ingredientes naturales —una jugada que abre un nuevo capítulo en la batalla por el gusto y la innovación en el mercado de refrescos.
En conclusión, Coca-Cola responde a las presiones políticas y sociales con innovación y flexibilidad, lanzando una nueva versión que busca complacer a parte del mercado estadounidense y las nuevas tendencias. Sin embargo, el episodio también refleja las complejas tensiones entre industria, política y consumidores, y cómo estas influencian la evolución de productos icónicos en la era actual.
Detalles del lanzamiento y contexto de mercado
- Disponibilidad: La Coca-Cola con azúcar de caña llegará a los comercios estadounidenses en el otoño de 2025 pero como una alternativa adicional, no sustitutiva.
- Portafolio diversificado: En Estados Unidos, la compañía ya utiliza azúcar de caña en bebidas como limonadas, tés y Vitamin Water.
- Abastecimiento: Aunque la demanda de azúcar supera la oferta local, Quincey aclaró que no prevén problemas de suministro, y que “si hay más demanda, se cultivarán más hectáreas”.
Resultados financieros Q2 2025: Coca-Cola, imbatible en rentabilidad
Más allá de cualquier polémica, junto al anuncio de la nueva versión de Coca-Cola, la compañía reportó sólidos resultados financieros en el segundo trimestre de 2025:
La compañía, además, mantuvo su guidance de crecimiento para el resto del año, mostrando resiliencia a pesar de una leve baja del 1% en los volúmenes globales y un consumidor final cada vez más atento a los ingredientes y al precio.