Lanson-BCC, uno de los principales grupos productores de Champagne, confirmó que está en “negociaciones exclusivas” para adquirir la histórica marca Heidsieck & Co. Monopole, actualmente en manos de su competidor Vranken-Pommery. Según informaron las compañías, el acuerdo está sujeto a la aprobación de sus respectivos consejos de administración y podría firmarse oficialmente el 1 de octubre.
Vranken-Pommery había comunicado la semana pasada que había iniciado un proceso de desinversión de Heidsieck & Co. Monopole hacia su propio accionista mayoritario, Compagnie Vranken. Sin embargo, en un giro estratégico, reveló en un comunicado del 24 de septiembre que la verdadera negociación está orientada hacia Lanson-BCC.
La decisión llega en un contexto complejo: en 2024, los ingresos de Vranken-Pommery cayeron 10,2% hasta los 304 millones de euros (U$S 357,5 millones), con su división de Champagne retrocediendo 9,5% hasta 263,2 millones de euros. Heidsieck & Co. Monopole contribuyó con un 18% de esa facturación.
El grupo, que gestiona 2.600 hectáreas de viñedos en cuatro áreas distintas, también se encuentra en medio de la venta de terrenos y propiedades en la región de Camarga, en el sur de Francia. Su estrategia de diversificación incluye además vinos de Oporto y Douro en Portugal, viñedos en el sur de Francia y un proyecto de vino espumoso inglés.
En el primer semestre de 2025, los ingresos globales de Vranken-Pommery retrocedieron apenas un 0,2%, hasta 109,3 millones de euros, lo que la empresa definió como “ventas estables en un mercado de Champagne todavía ligeramente a la baja”. No obstante, reportó un descenso de 7,2% en su resultado operativo (13,7 millones de euros) y una pérdida neta de 1,4 millones de euros, que se redujo frente a los 1,9 millones del mismo período en 2024 gracias a menores gastos financieros.
Por su parte, Lanson-BCC informó a inicios de septiembre un incremento de 4,8% en sus ingresos del primer semestre de 2025, alcanzando los 92,1 millones de euros (U$S 107,8 millones). El crecimiento se debió a un “mix favorable de precio/producto”, pese a menores volúmenes de exportación hacia Estados Unidos y Asia, que limitaron la proporción de ventas internacionales al 49,9%, frente al 52,4% del año anterior.
Aun así, la presión de los costos impactó duramente en la rentabilidad: el margen bruto se redujo y el beneficio operativo cayó 11,9% hasta 10,9 millones de euros. Además, el fuerte aumento de los costos financieros (+15,4%) provocó que la utilidad neta se desplomara 49,7%, quedando en apenas 1,9 millones de euros.
De concretarse el acuerdo, Lanson-BCC sumaría a su portafolio una de las casas de Champagne más antiguas y reconocidas, lo que fortalecería su presencia en un mercado altamente competitivo y exigente. Para Vranken-Pommery, en cambio, la venta sería un paso clave dentro de su estrategia de reestructuración y racionalización de activos.
Ninguna de las dos compañías brindó comentarios adicionales hasta el momento. Sin embargo, la expectativa en el sector es alta ante la posibilidad de un movimiento que podría redefinir parte del mapa competitivo del Champagne global.
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