Una encuesta realizada en 16 países reveló que el 48% de los encuestados consumen probióticos diariamente o casi a diario, ya sea en suplementos o en otros alimentos. Según el estudio, el consumo está impulsado por sus beneficios funcionales como la salud intestinal e inmunológica y apoyar el microbioma.
La compañía Cr. Hansen, una empresa especializada en biociencia con sede en Dinamarca encargó una encuesta global para medir la conciencia del consumidor sobre los probióticos y sus beneficios potenciales. La primera sorpresa del trabajó fue el alto conocimiento de los encuestados sobre el tema ya que el 75% de la población encuestada informó estar muy o algo familiarizado con los probióticos.
Esa no fue la única sorpresa, más de la mitad de los consumidores informaron que alguna vez han recibido una recomendación para consumir probióticos de parte de un médico o alguien en quien confían.
Pero a pesar del conocimiento reportado, entre los consumidores existe una variedad de conceptos erróneos acerca de los mismos. Por ejemplo, el 47 % de los consumidores está de acuerdo o algo de acuerdo con la afirmación incorrecta de que todos los yogures lácteos contienen probióticos (cuando en realidad la mayoría contiene cultivos vivos pero no todos contienen cultivos probióticos).
Claro, los productos lácteos son la forma preferida de los consumidores de comer probióticos, según la encuesta. Sin embargo, cuando se les preguntó qué alimentos que contienen probióticos comprarían si los productos estuvieran disponibles, el 48 % de los encuestados dijo que el queso, los jugos de frutas o vegetales (43 %) y desde hace algún tiempo, los cada vez más confiables productos fermentados a base de plantas (28 %).
Los resultados de la encuesta muestran que, si bien los probióticos están más disponibles en productos de CPG lácteos como los de Danone, Sancor, Nestlé, Conaprole, La Serenísima, La Unión, entre otros fabricantes que tienen la oportunidad de aprovechar el ingrediente funcional en otras categorías.
Los ingredientes bacterianos funcionales han ido en aumento en el espacio lácteo durante años, principalmente en el yogur pero en los últimos años la bacteria también ha aparecido en los lanzamientos de cereales, barras de cereales, quesos y otros alimentos muy populares.
Sin embargo, la encuesta de Hansen también mostró que a pesar de la creciente avalancha de ofertas, los consumidores aún se están familiarizando con los probióticos y que se necesita más educación. El setenta y uno por ciento de los consumidores dijeron que les gustaría aprender más sobre los microorganismos, específicamente sus beneficios funcionales y qué cepas bacterianas elegir.
La encuesta encontró que la mayoría de los consumidores recibieron información sobre productos que contienen probióticos en Internet (38 %) en lugar de un médico (28 %) o dietista o nutricionista (25 %). Los encuestados también dijeron que el empaque del producto es el método preferido para recibir información sobre los microorganismos, seguido de los recursos en línea, lo que significa que esas podrían ser las dos formas más efectivas para que los fabricantes eduquen a los consumidores.
Lars Bredmose, director sénior de desarrollo comercial en cultivos alimentarios y enzimas con Chr. Hansen, dijo en un comunicado que la investigación destaca la necesidad de una mayor educación general sobre los beneficios de los microorganismos.
«Creemos que los resultados de nuestra encuesta apuntan a una oportunidad importante para los productores de la industria que están dispuestos a ofrecer productos alimenticios hechos con cepas probióticas creíbles», dijo Bredmose.